De la fama a la nada

Tota

Varios son los casos de famosos que por uno o varios motivos terminan siendo totalmente olvidados, o en casos más extremos llevados totalmente por la droga.

La nota de hoy la protagoniza Edgar Espinosa, músico salsero, habilidoso con varios instrumentos pero su favorito el saxofón mayor. La fama y el talento de este caleño se mostraron a muy corta edad, con trece años solamente, Edgar ya mostraba su talento.

Fruko y sus Tesos era una de sus bandas preferidas y era ese claro referente que se tiene de niño al usar la frase: “Así quiero ser yo cuando sea grande”. La suerte llegó para el músico que participó en orquestas como el Grupo Niche, según el mismo, de idas y venidas.

Es compositor y toca más de cuatro instrumentos, pero así como llegó de rápido la fama, también las tentaciones y en especial las drogas. Ese fue el karma que tiene hoy a Edgar habitando las calles, con severas crisis de drogadicción y con una vida totalmente opuesta a la que quería vivir.

La música sigue en su corazón y en su cabeza, compone canciones en su diario vivir y es más se une con amigos para dejar sus penas en melodías. Este talentoso músico sólo anhela poder salir adelante, ser reconocido, no por ser el ‘indigente’ que salió de la crisis, sino por su talento magistral.