
Sin embargo la abuela Flossie Dickey no estaba para nada contenta y por el contrario dijo que se sentía muy cansada, mientras sostenía un vaso en el que poco a poco tomaba su bebida.
Por más alegre y emocionada que estuviera la periodista fue imposible contagiar a la anciana de una actitud positiva.
El video ya se volvió viral y le está dando la vuelta al mundo.