Freddie Figgers, el hombre al que abandonaron en la basura y ahora es un millonario

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A través de internet se hizo viral la historia de Freddie Figgers, a quien abandonaron en la basura cuando estaba bebé y ahora es un famoso millonario.

De acuerdo con BBC Mundo, cuando era un bebé lo dejaron tirado al lado de unos botes de basura en la Florida rural de Estados Unidos.

En una entrevista con Jo Fidgen para el programa de la BBC «Outlook», contó que a medida que fue creciendo sufrió de bullying, pues lo llamaban como “bebé basura”.

Los niños solían burlarse de mí; me llamaban ‘bebé basura’, me decían ‘nadie te quiere… eres sucio’. Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del bus escolar y niños me agarraban y me tiraban en botes de basura y se reían de mí«, dijo.

«Llegó al punto que mi padre me tenía que esperar en la parada del bus y me acompañaba a casa. Y los niños me acosaban aún más, burlándose de él: ‘¡Ja, ja! Miren a ese anciano con bastón'», agregó.

Los padres de Freddie cuando lo acogieron ya eran adultos mayores. Nathan, tenía 74 años y su madre, Betty May, 66.

Cuando llegó a su nuevo hogar descubrió que no era el único de sus hijos, pues ya habían acogido a otros menores.

Con los años le causó curiosidad sobre su origen y fue su papá quien le contó la verdad.

“Me dijo: ‘Te lo voy a contar sin rodeos. Tu madre biológica te abandonó y como yo y Betty no queríamos mandarte a casas de acogida, te adoptamos’. Yo me sentí como basura y siempre me acuerdo que me agarró por los hombros y me dijo: ‘Nunca dejes que eso te indisponga’”, reveló.

El regalo que cambió su vida

Cuando tenía unos 10 años descubrió su pasión por las computadoras, gracias a una que su padre le compró en una tienda de segunda, la cual junto a él logró arreglar y conocer todo sobre tecnología.

“Yo estaba feliz. Como no prendía, la desarmé y me di cuenta de que un componente estaba roto y todo fluyó naturalmente. Mi padre trabajaba en mantenimiento tenía a disposición muchas cosas, como pistolas para soldar, radios, relojes…», contó.

«Tome partes de una radio despertador y las soldé y tras unos 50 intentos finalmente logré que la computadora funcionara. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida», añadió.

Tiempo después, a los 12 años empezó a trabajar como técnico de computadores.

Yo asistía a un programa postescolar y me la pasaba en el laboratorio de computadoras. No había un técnico de computadoras así que cuando una máquina dejaba de funcionar, la desconectaban y la apilaban con las demás averiadas. Yo las cogía y reemplazaba las partes dañadas de unas con las buenas de otras«, relató.

Los zapatos de su papá

Cuando Freddie tenía 17 años su padre se enfermó de Alzheimer, como en varias ocasiones salía de casa y se perdía diseñó una tecnología que instauró en uno de los zapatos para rastrearlo desde su computador.

«Recuerdo una noche que nos fuimos a dormir después de ver una película de vaqueros que a él le gustaba mucho, y a las dos de la mañana me despertó, rifle en mano, convencido de que era el héroe del filme, diciéndome que tenía que irme de la ciudad. Logré quitarle el rifle y acostarlo pero a la mañana siguiente no estaba», dijo.

“Todo esto era antes de que existieran Apple o Google Maps, así que lo integré con Tomtom para que cuando mi padre desapareciera yo pudiera presionar un botón en mi computadora y preguntarle dónde estaba«, contó.

Años después vendió la tecnología del zapato inteligente que había diseñado por dos millones de dólares.

Después de eso hizo un plan de “lanzar una compañía de telecomunicaciones pues había detectado un vacío en el mercado: las grandes compañías no invertían en las zonas rurales como en la que él vivía -norte de Florida, sur de Georgia-, así que no había infraestructura para que disfrutaran de conexiones rápidas”.

A los 21 años se convirtió en el primer afroamericano en obtener su licencia como operador de telecomunicaciones.

Después inició instalando cables de fibra óptica y construyendo torres telefónicas con sus propias manos hasta forjar una firma, la que se llama Figgers Communications.

Hoy en día, de acuerdo con una reciente cotización, la compañía de Freddie Figgers vale US$62 millones, algo que logró siendo buena gente y talentoso.