Mujer fue condenada a prisión por falsificar una incapacidad médica

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Una mujer cabeza de hogar que trabajaba en una reconocida empresa de confección fue condenada a prisión por falsificar una incapacidad médica.

De acuerdo con El Tiempo, la mujer no se presentó a trabajar el 11 de abril de 2016 y su ausencia la justificó con una supuesta incapacidad que, según ella, le entregó una doctora de Salud Total.

Dos semanas después, la empresa procedió a validar el documento que la empleada entregó y al validar con la EPS encontró irregularidades.

Para la fecha en la que ella se ausentó del trabajo no aparecía en los registros médicos de ninguna IPS afiliada por Salud Total, por lo tanto no era posible que le dieran incapacidad.

Así mismo, se descubrió que el papel que entregó la mujer no era que normalmente usan en la EPS a la cual está afiliada.

Ante esto, Salud Total citó a la mujer para que explicara lo sucedido, pero por la “falta de respuestas” decidió presentar una denuncia penal ante la justicia.

La Fiscalía corroboró que el documento que la acusada por falsedad en documento privado entregó no correspondía con el expedido por Salud Total. «Por virtud de ello, ese documento presentado ante el empleador era falso».

Aunque en defensa de la mujer, la abogada dijo que no se demostró daño causado ni detrimento patrimonial, la juez encargada del caso no aceptó esto.

«El bien jurídico que se afecta con este delito es el de la fe pública y no el del patrimonio económico, y conforme a ello, el detrimento económico que se hubiese podido causarse con estos hechos, resulta irrelevante, pues lo que se castiga es la confección, la determinación a fabricar documento falso y el su uso de ese elemento, todo lo cual fue demostrado por la Fiscalía en desarrollo del juicio oral», indicó.

La mujer pidió disculpas por lo que hizo. Sin embargo fue condenada a 16 meses de prisión, tiempo en el que no podría ejercer funciones públicas.

La abogada pidió subrogar la pena de su clienta asegurando que ella es madre cabeza de familia de un menor de edad y que además ya no estaba trabajando en la empresa en la que ocurrió todo.

Tal solicitud fue aceptada por la juez. Aunque la mujer conserva su condena, no fue enviada a prisión.