Una tragedia familiar se registró en las últimas horas en Bogotá. Se trató de la muerte de dos pequeños hermanos, quienes perdieron la vida tras inhalar un plaguicida mientras estaban fumigando una bodega que quedaba al lado de la casa en la que residían.
Los hechos se registraron en la localidad de Kennedy, al sur de la capital. Según se conoció, la bodega era usada como lugar de almacenamiento de granos y la fumigación, al parecer, se habría realizado sin el apoyo de un profesional.
De acuerdo con la información entregada por la Secretaría de Salud de Bogotá, uno de los niños, de 11 años, llegó sin signos vitales al Hospital Patio Bonito, mientras que el otro menor, de 9 años llegó al Hospital de Kennedy con una severa intoxicación y aunque los médicos intentaron salvarle la vida, este murió en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica del centro médico.
Además de los dos menores, un bebé de tan solo nueve meses, el menor de los hermanos, también se vio afectado y se debate entre la vida y la muerte en la UCI.
Al parecer, el humo del plaguicida habría llegado hasta el apartamento en el que vivían los menores y estos habrían inhalado la sustancia tóxica sin intención alguna.
Según relató el padre de los menores, estos iniciaros con un cuadro de intoxicación severa con vómitos y mareos y fue entonces que rápidamente llamaron al servicio de emergencia, quienes trasladaron a los niños a los centros médicos.
En medio de la tragedia que vive esta familia por la muerte de los dos niños, siguen orando por la recuperación por el menor de los hermanos, que se encuentra bajo pronóstico reservado.
Según investigaciones preliminares, las personas que se encargaron de la fumigación no cumplieron con los protocolos necesarios para evitar una tragedia como esta que hoy enluta a una familia.
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