Tener una buena crediticia es importante para abrirse oportunidades como créditos para diferentes propósitos. El ser ordenado(a) con las finanzas y puntual con las obligaciones económicas abre puertas para tener una buena relación con las entidades financieras que, a su vez, hacen los respectivos estudios de crédito y comportamiento de pago para asignar o para otorgar préstamos o créditos para diferentes propósitos.
En ese orden de ideas, también es importante no sobrepasar la capacidad de endeudamiento, pero ¿qué quiere decir esto? Pues es el monto máximo de una deuda que podría asumir una persona o entidad sin que esta comprometa negativamente la estabilidad financiera.
La capacidad de endeudamiento se calcula sobre los ingresos totales, los gastos y otros rubros que se tienen en cuenta para determinar cuánto podría una persona destinar para el pago de deudas u obligaciones financieras. Conocer la capacidad de endeudamiento es indispensable para tomar decisiones más responsables y razonables, pues muchas personas olvidan un principio básico que es gastar menos de lo que se gana, y cuando esto se incumple, llegan situaciones como caer en mora, tener reportes negativos y hasta procesos de embargo por incumplimientos.
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Según el banco BBVA, antes de solicitar un crédito ya sea para vivienda, vehículo, estudio, viajes o libre inversión, hay que hacer un ejercicio para calcular cuál es la capacidad de endeudamiento. La entidad indica que lo recomendable, ya sea para una persona o una familia, es no superar el 35% de los ingresos mensuales para el pago de deudas.
Entonces, esto quiere decir que, para conocer su capacidad de endeudamiento, es importante multiplicar el valor total de sus ingresos mensuales por 0.35. El resultado de esta operación es el valor que debería destinar para el pago de las obligaciones financieras.
Por ejemplo, una persona que gana el salario mínimo, el cual está en $1.423.500, no debería destinar más de $498.225 para el pago de un crédito.
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