La conmovedora historia de Belkis Casanova y su testimonio de cómo afrontó la xenofobia
A través del arte y el diseño, la mujer venezolana contó la manera en que superó los estigmas y los prejuicios.
Este es el caso de Belkis Casanova, una mujer venezolana que tuvo un que vivir un cambio radical en su vida en todo sentido, al tener que abandonar su país. Debido a la crisis política y económica que se generó en medio del régimen de Nicolás Maduro, ella empacó maletas junto a su hijo para tomar rumbo hacia Colombia.
En la entrevista en Entre Valientes, contó su historia de como tuvo que dejar atrás su vida anterior para hacer un nuevo comienzo en el país. “Soy de los que han llegado a este país de la nada, con una maleta en la espalda, con muchos sueños, con muchas ilusiones, pero sobretodo de las ganas de sacar a mi hijo adelante”, expresó.
Tiene dos hijos de 21 y 19 años, respectivamente, y al no poder garantizarle a su hijo menor una estabilidad con las comidas del día, la seguridad de sus vidas y un hogar seguro en el cual crecer, decidió empacar maletas y tomar rumbo a Colombia.
“Yo era de las que decía jamas voy a salir mi país, yo siempre me voy a mantener acá. Pero hubo una semana durante la pandemia, en la que duramos 7 días sin luz. Esos día no hubo agua por alguna razón, internet tampoco, a mi hijo menor le pagaba un colegio privado en el que pagaba, pero no podía recibir educación porque no había conexión. Ahi agarré, me monté una maleta en mi espalda, le monté una maleta a mi hijo, y le dije vamonos“, añadió.
Negar una nacionalidad para buscar un mejor futuro
En su llegada al país, su primera parada fue Bucaramanga donde estaba su hermana. Allí no pudo quedarse mucho tiempo, ya que su cuñado no la quería cerca, y debió buscar un nuevo lugar en el cual quedarse. Esto le significó un nuevo reto para buscar arriendo en una habitación.
“Me tocó decir que era de Cúcuta. Que Dios me perdone, me toco decir eso porque no tenía como me arrendaran, y tenía que salir de la casa de mi hermana. Una pareja de abuelos me arrendó una habitación pequeña en la que solo cabía una cama”, agregó.
Belkis confesó que tuvo que negar su nacionalidad, ya que para el momento había una discriminación hacia la población venezolana en el país. Para poder arrendar la habitación, dijo que era de Cúcuta, y según ella, la gente no distinguía diferencia.
“Lo más dificil fue negar mi país. Más que mi cuñado me echara y me tuviera que ir, fue negar mi nación porque para que me arrendaran, nadie quería hacerlo a un venezolano. Seas bueno o lo que sea, pero nadie te quiere arrendar. Sabes lo dificil que es tener tu carro, tu casa, tu vida hecha y dejarlo todo para tener que meterte en una habitación de una cama familiar donde no tienes cama, no tienes cobija, ni la ollita para hacer café (…) “Duré 15 días callando que era venezolana, no aguanté (…) Yo creo que uno no puede negar de donde uno viene, porque al yo negar de donde yo vengo, yo estoy negando quien soy. Y yo no puedo seguir negando quien soy“, declaró.
Un futuro prometedor
Actualmente, Belkis es una diseñadora de ropa, contando con un talento que explota cada vez que puede con pedidos de diferentes personas que creyeron en ella. Tiene varias máquinas para confeccionar sus prendas, y no le pone problema a meterse a hacer cualquier cosa, desde comprar los materiales hasta entregar el producto final.
Con el paso del tiempo, ha logrado fortalecer su agenda de clientes y su portafolio de productos, que le permiten generar ingresos y sacar a sus hijos adelante. Historias como la de Belkis siguen causando admiración, respeto y mensajes de que en medio de la adversidad hay oportunidades para cambiar el presente para crear un mejor futuro.