Rafael Orozco es uno de los referentes más importantes en el género vallenato, reconocido por grandes canciones y su labor en la música al fundar el Binomio de Oro. Junto al acordeonero Israel Romero crearon una de las agrupaciones más icónicas e ilustres de esta corriente musical autóctona de la costa Atlántica.
‘El parrandón’, ‘Dime pajarito’, ‘Sombra perdida’, ‘Qué será de mi’ son algunas de las cancioes más populares de su catálogo artístico. Desde sus inicios hasta su último día cautivó al público en Colombia y ayudó para darle un impulso al vallenato para que se diera a conocer en el exterior.
Así como tiene canciones alegres e ideales para reuniones o fiestas, también tiene algunos sencillos que apelan a la nostalgia y la melancolía. El amor fue otra temática que trató en sus producciones discográficas y frente al público en el escenario cuando pudo cantar en vivo.
Esta es una canción que dedicó Orozco a su esposa, Clara Elena Cabello, para el año de 1991 cuando salió al mercado dentro del álbum ‘De América’. En su letra, la canción habla sobre los sentimientos más profundos que siente el hombre hacia su amada, expresándole su afecto y agradecimiento por el amor, el cariño, el apoyo y otras cosas.
Fue una de las primeras canciones en las que el cantante reveló su amor por quien fue su esposa. Pese a que tiene un ritmo movido y festivo, su letra menciona el afecto de una persona hacia su amada o amado, a través de formas literarias. Es una buena opción para cuando la relación está comenzando o también para recordar los primeros momentos del enamoramiento.
Este es un sencillo pertinente para expresar que cada momento que se pasa con la persona indicada vale demasiado, ya que son los momentos los que trascienden y quedan en el recuerdo. Dicha canción fue escrita por Fernando Meneses, compositor vallenato y amigo cercano de Rafael que hizo varias interpretaciones para él.
Esta canción fue lanzada en 1978, formando parte del álbum ‘Los elegidos’ que es el tercer álbum de estudio en la historia del Binomio de Oro. Puede transmitir nostalgia y quizas desamor por algo que no pudo suceder, aunque otras parejas la usan para recordar su historia entre los mejores momentos y las adversidades por las que han pasado, recordando que el amor ha estado perpetuo durante el tiempo.
Tiene una melodía alegre y divertida en la que Orozco cuenta cómo debajo de un árbol se forjó una historia de amor que fue avanzando y se fortaleció con el paso de los años.
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