Actualmente, las tarjetas de crédito y débito son las modalidades de pago más comunes en los usuarios que van dejando el efectivo atrás. Con avances tecnológicos, y nuevas innovaciones en las plataformas digitales, entran en vigencia, facilitando la comodidad de los diferentes clientes que apropian los productos de cada entidad bancaria.
Cada mejora o novedad traen facilidades a los usuarios, pero también riesgos latentes que pueden se traducen en peligro hacia los dueños de productos bancarios. Ataques cibernéticos, el robo de información y datos personales son las amenazas más significativas que ponen alerta a las instituciones financieras, empresas tecnológicas, y compañías de seguridad, y población en general.
Al adquirir un producto financiero como cuenta de ahorros o una tarjeta de crédito, el titular debe asignar una clave de cuatro dígitos para realizar diferentes operaciones. Una combinación numérica con la que puede efectuar transferencias, retiros en cajeros automáticos, consultas, entre otras cosas.
Esta es información confidencial y personal que no debe compartirse con nadie, ya que al estar en manos equivocadas puede vulnerar el dinero guardado en una cuenta en un eventual robo. Esta situación se ha multiplicado en diferentes casos que se han dado a conocer en diferentes espacios, donde los usuarios denuncian el robo del dinero guardado en sus productos. Es por eso que hay que tener una clave de seguridad compleja y que no sea fácil de saber.
Según explica la compañía de ciberseguridad Kaspersky, “hoy en día, los ciberdelincuentes usan tecnología sofisticada para obtener tus contraseñas. Esto es importante, ya que mucha gente trata de hacer que las contraseñas sean difíciles de adivinar, pero no consideran algoritmos eficientes. El software está diseñado para tener en cuenta el comportamiento astuto del usuario al adivinar tus contraseñas”. Dicho lo anterior por la multinacional tecnológica, las combinaciones más inseguras son las siguientes:
Dígitos repetidos: 0020 – 3255 – 1233 – 1111- 4444.
Fechas o números personales: 2019 – 0214 – 1989 – 1807.
Secuencias numéricas ascendentes o descendentes: 1234 – 5678 – 7890 – 0123.
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Adicionalmente, algunos bancos y entidades privadas recomiendan cambiar cada cierto tiempo las contraseñas para aumentar la seguridad, y evitar que ladrones cibernéticos conozcan su información. De igual manera, se recomienda no compartir la información personal con nadie, y seguir las instrucciones de seguridad que informe el banco al que es usuario. Si evidencia o ve una sospecha sobre alguna irregularidad en temas de seguridad, informe a su institución, a través de sus canales oficiales.
“Una contraseña segura es la principal barrera que impide que te hackeen la mayoría de tus cuentas en línea. Sin prácticas actualizadas, es probable que estés utilizando contraseñas que los estafadores pueden adivinar fácilmente en cuestión de horas (…) Es necesario crear contraseñas capaces de enfrentar los métodos modernos de robo de contraseñas”, agregó la compañía internacional.
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