Ismael Miranda combina ejercicios con dieta

Tota

EL niño bonito de la salsa Ismael Miranda ha rejuvenecido su imagen con una rutina de ejercicios que le ha hecho perder 25 libras en un mes, por lo que se siente “fuerte y completo, porque cuando uno va entrando en un poquito más de edad, tiene que mantener su cuerpo chévere”.

Con 52 años de edad, el sonero –que presentará el viernes 11 de octubre su concierto “Una voz, una patria y una bandera” en el anfiteatro “Tito Puente”– hace un mes que realiza ejercicios en su residencia y de 179 libras que pesaba ahora está en 154.

Para variar su ejercitación, el cantante se aproximó al gimnasio En Acción de Guaynabo, donde el entrenador personal y propietario del Gym, Francisco Rosa, le orientó a hacer cardiovasculares, pesas para el pecho, piernas y espalda. Además, hizo kickboxing, lo que le permite desahogar su energía golpeando el saco.

Empapado de sudor, el intérprete comenta a PRIMERA HORA que su ejercitación en nada le afecta su brazo derecho, que se había fracturado hace casi un año cuando fue impactado por un automóvil mientras intentaba cruzar una calle al salir de un restaurante en Caracas, Venezuela.

“Me siento muy bien, estoy caminando, haciendo mis cosas, alzando pesas, me siento entusiasmado porque cuando uno ve que pierde (peso) no es lo mismo tú mirarte en el espejo y verte el pipón ese, que verte ya tonificado y el six pack en el abdomen”, apunta el artista, que además trabaja en su próximo disco, que grabará en Alfa Récord bajo la producción de Gilberto Santa Rosa.

Su rutina de ejercicios comienza a las 5:00 de la mañana en su hogar, donde ha recreado un pequeño gimnasio. Dependiendo de su estado de ánimo, hace más de una hora de ejercicios.

Ismael Miranda asegura que “cuando uno va entrando en edad hay que cuidarse. Aunque hago 45 minutos de cardiovascular, antes le daba cinco minutos y me quería morir, pero ahora lo hago en el gimnasio en casa”.

Además de los ejercicios y tomarse un galón de agua diario, mantiene una dieta similar a la de Atkins, que consiste en balancear los carbohidratos y calorías para trabajar el metabolismo del cuerpo, el que describe como “una hornilla prendida que cuando la apagas sigue trabajando por un tiempo”.

Pese a su saludable nutrición, confiesa que una vez llega el fin de semana “me como mi fritura y mi morcilla, porque hay un balance. Dejé un 90 por ciento el whisky”.

Su manera de quemar calorías y tonificar su cuerpo lo hace al son de la música de los cantantes Ray Barretto, Tito Puente, Peter Conde Rodríguez, Gilberto Santa Rosa y La Lupe. Hasta que no termina el disco “no paro de hacer ejercicios; eso me ayuda porque me embollo en la música y no estoy pendiente a los minutos”.

Pese a que no se considera vanidoso, revela que, por el momento, “no tengo planes de hacerme una cirugía plástica, pero no lo descarto cuando tenga más tiempo. Eso no es malo, porque si uno va a tener el cuerpo tonificado la cara tiene que estar bien”.