Rebeca Lebrón, de 44 años, tan pronto vio desde su silla de ruedas motorizada a su artista entrar a su habitación comenzó a gritar por la emoción, puesto que así se expresa ya que no puede hablar por su condición.
Según Denida Pagán, coordinadora del Metrohealth Extended Care, la santurcina a los 18 años de edad sufrió un accidente de auto en la autopista de Salinas, lo que le ocasionó un trauma cerebral que ha provocado que padezca de hemiplejía (parálisis de todo un lado del cuerpo). En su caso, Rebeca no tiene movimiento de la cintura para abajo ni en sus extremidades interiores.
A su llegada al hospicio, Ismael Miranda expresó a Rebeca que se sentía “bien feliz de estar aquí contigo y me contaron que tú eres una fanática mía”. Seguido, ella lo besó en la mejilla y le pidió otro beso pero en la boca, lo que provocó la risa de los presentes. Sonrojado, Ismael le dijo: “Muchacha, mi mujer me mata…´´.
Con una tierna sonrisa, el sonero se dirigió a ella de manera amistosa y le comentó: “Tú te pareces a una muchacha que yo conozco. Te voy a enviar un póster mío para que lo pegues en la pared”.
En vacilón, Ismael Miranda añadió: “¿Rebeca, tú como que creías que yo era más grande y no bajito?” A lo que ella le respondió moviendo su cabeza afirmativamente y sin pensarlo mucho, le tiró besos a “El Niño Bonito de la Salsa”.
Como parte de su diálogo con la paciente, que no dejaba de sonreír, Ismael le señaló una foto suya en la pared de la habitación y le preguntó: “¿Rebeca, quién es ése? ¿Soy yo?” Ella lo señaló y él le comentó: “Ése soy yo, ¿verdad?”, y le autografió el retrato.
Mientras esto sucedía, las lágrimas de las enfermeras y personal corrían por sus rostros. Enajena-da a lo que sucedía por encontrarse enfocada en la presencia de su vocalista, Rebeca –que no es frecuentada por sus familiares– tuvo una mañana que en su memoria quedará grabada para el resto de sus días.
Rebeca pidió, a través de señas, a Ismael que le cantará alguna melodía. El intérprete la complació con el tema peruano “Rebeca”, lo que provocó la exaltación de los presentes por tener curiosamente el mismo nombre que su admiradora.
“Para mí es un honor visitar estos lugares que la gente no está en las mismas condiciones que uno. Al igual que yo, sé que hay muchos de los compañeros artistas que apoyan estas visitas”, sostuvo.
Mientras Ismael hablaba, ella le tiraba besos y con el mayor de los esfuerzos trató de balbucir la frase “Te amo”. Más tarde, cuando el artista se despidió de ella, le dio las gracias con la ayuda de la enfermera Glorimar Vargas y la terapista ocupacional Liceleia Torres.
Amed Suárez, administrador de Metrohealth Extended Care, explicó a PRIMERA HORA que esta institución que pertenece al hospital Metropolitano, que antes era un centro de envejecientes, se dedica a la rehabilitación de los pacientes que han sufrido algún accidente de auto.
Además, cuenta con un servicio de enfermería de 24 horas, 54 camas disponibles y acepta la mayoría de las aseguradoras médicas.
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