Misión cumplida. El lunes se celebró en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center de esta ciudad, la noche de Tito Puente: un merecido tributo para honrar la memoria y el legado del hombre conocido por todos como el “Rey del Timbal”.
Ante una sala de conciertos prácticamente llena y en espera para escuchar la música del maestro Puente, estrellas de la música de diferentes generaciones y géneros musicales desfilaron por la tarima ante el acompañamiento de una orquesta de veteranos y talentosos músicos dirigidos por Angel “Cucco” Peña.
“Gala Tributo ¡Viva Puente!”, creado y realizado por Rafo Muñiz, comenzó con la obertura Palladium Days antes de que el anfitrión de la noche, el actor Jimmy Smits, tomara el micrófono para hablar del legado de Tito mientras en una pantalla gigante proyectaban segmentos de vídeos mostrando al recordado músico en diferentes etapas de su vida artística.
Inmediatamente comenzó el desfile de artistas cuando Smits presentó a la cantante Melina León, quien interpretó el tema No puedo ser feliz arrancando aplausos además de la admiración de muchos en el público. Justo después del bolero hubo una transición musical para seguir con el movido tema Rankankán, en el que Luis Enrique y Roberto Roena hicieron aparición en tarima.
Un grupo de bailarines se unió a Melina en una bonita coreografía al ritmo de mambo. Para entonces ya los motores habían calentado, la rumba estaba encendida y comenzaba a desatarse una amalgama de emociones en el escenario del Avery Fischer Hall.
Precisamente dentro de ese marco de rumba, Smits presentó a Domingo Quiñoes, quien apareció en tarima para deleitar al público con el tema Salsumba. Domingo demostró por qué le llaman el “más que canta”. El público aprobó su intervención con calurosos aplausos, al tiempo que la pantalla gigante mostraba cortes de Quiñones con Tito en la arena del Madison Square Garden cantando precisamente el tema Salsumba.
A la salida de Domingo, la orquesta dirigida por Cucco Peña no permitió que la energía mermara ni un céntimo tocando magistralmente el tema Machito Forever, en el que John Walsh, conocido trompetista que trabajó con el maestro Puente, y el igualmente conocido saxofonista Mario Rivera, ejecutaron sendos solos mostrando al público la magia musical que pueden lograr.
Entre los músicos participantes de la orquesta, siete fueron miembros de la banda de Tito Puente: los trompetistas Piro Rodríguez y John Walsh, los saxofonistas Bobby Porcelli, Jesús Caunedo y Mario Rivera, el percusionista Johnny Rodríguez y el vocalista Frankie Morales.
Caunedo, de 69 años de edad, cuenta que se unió a la banda de Tito luego de trabajar con Machito y el compositor Julio Gutiérrez.
“Para mí, trabajar con Tito fue muy especial. Me dio todas las oportunidades habidas y por haber, e inclusive me grabó muchos solos de flauta”, dijo Caunedo.
La celebración siguió con la presentación de Richie Rey y Bobby Cruz, otros dos pilares de los ritmos latinos, quienes interpretaron a dúo Ay, cariño y No quiero complicación.
Parte de los recaudos del evento serían donados a varias entidades dedicadas a las artes, entre ellas la Tito Puente Scholarship for Latino Outreach at the Hackley School, Ballet Hispano of the Bronx, Side Street Kids y Harbor Conservatory for the Performing Arts. Audrey Puente, hija del maestro, aceptó la donación en nombre de las entidades.
“Mi padre no sólo fue un gran músico, sino que también fue un gran ser humano”, dijo Audrey, pasando el micrófono a su hermano Ronnie, quien agradeció al público en nombre de la familia.
a fiesta continuó cuando la actriz Wanda de Jesús tomó el micrófono para presentar a la actriz y ahora cantante Roselyn Sánchez, quien interpretó el tema Puro teatro, recordando a la querida Lupe y su época con el maestro Puente. A Roselyn le siguieron la joven colombiana Carolina Laó y Andy Montañez, quienes interpretaron a dúo el tema Encantado de la vida. El número lució bien, aunque la madurez y fortaleza de la voz de Andy por ratos opacaba la de Carolina.
Era el momento de las mujeres y Ednita Nazario las secundó al ser recibida con una tremenda ovación del público. Vestida con un elegante traje negro y una bufanda roja, la sensual cantante interpretó los temas Qué te pedí y La tirana. De más está decir que los presentes respondieron con sendos aplausos.
La noche regresó a la rumba con el número Pa´ los rumberos, en el que la percusionista Sheila E. se lució en los timbales mientras Domingo Quiñones demostró una vez más sus dotes de sonero y Roberto Roena que todavía puede mover las piernas como los mejores.
La segunda parte del espectáculo comenzó con el tema María Cervantes, número instrumental en el que Raulito Rodríguez ofrece una magistral cátedra sobre cómo tocar el vibráfono. Acto seguido, Roselyn Sánchez tomó el podio para presentar a Grupomanía, quienes cantaron El cumbanchero, número en el que el percusionista Giovanni Hidalgo ejecutó un electrificante solo de congas mientras Oskar Cartaya hizo lo propio en el bajo.
En este momento aparece en tarima la popular actriz Rosie Pérez, quien habló sobre cómo la labor de Puente trasciende generaciones antes de presentar a la pareja de jóvenes Mayda del Valle y Lemon. Estos contaron la vida de Tito recitada en poema. A éstos le siguieron Jon Secada y el afamado flautista Dave Valentín con el número Oye como va.Uno de los momentos más emocionantes de la noche sucedió cuando Smits preguntó si había alguien en el público “que se atreviera a manifestar que sería el próximo rey del timbal”, momento en el que apareció el joven puertorriqueño Marcos López.
“¿Y tú dices que puedes tocar?”, preguntó Smits. “Sí”, contestó Marcos. “Pues dale”, dijo Smits y el jovencito de 14 años y nieto del reconocido músico puertorriqueño Sammy Ayala se quedó con el escenario. El joven demostró que va por el camino correcto para heredar la corona del Rey del Timbal. Los presentes fueron testigos.
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