Al conversar con el bautizado “Caballero de la Salsa” resalta el hecho de que su admiración por el fenecido cantante va más allá del romanticismo que encierran canciones como “Inolvidable” y “Tu pañuelo”.
Es la elegante proyección escénica que siempre destacó a Tito Rodríguez lo que despierta su atención, igual que le sucede con el afamado vocalista Frank Sinatra, otro de sus preferidos del mundo de la música.
“Me encantaría ser un cantante como ése”, pensó en un momento Gilbertito, como lo nombran sus allegados, al conocer la carrera artística del intérprete de las melodías “Un cigarrillo, la lluvia y tú” y “Ya son las doce”.
Su afinación creció por medio de su madre, Ana María Cortés, otra fanática del ex miembro del cuarteto Caney, con el que ganó fama en Estados Unidos.
“Me daba curiosidad este tipo de entertainer que con su simple presencia llamaba la atención”, agregó el salsero mientras ultimaba detalles del vestuario para el musical junto a su sastre por los pasados 15 años, Juan Ramón Cedeño, de la sastrería Monasí en Miramar.
El sastre observa a su cliente como uno “exigente y creativo” y a la vez bien formal.
Precisamente los dos conjuntos, de brillantes colores, más la corbata que aparecen en las fotografías pertenecen a la colección de Gilbertito de piezas originales de Tito Rodríguez, de la que una parte será expuesta en el vestíbulo del Centro de Bellas Artes.
La exhibición titulada “¡Viva Rodríguez!” será inaugurada hoy, martes, a las 11:00 de la mañana en una actividad en el mismo teatro.
“Lo primero que comencé a coleccionar fue su música, los boleros… Después descubrí que era un gran director de orquesta”, relató Santa Rosa al tiempo que reconocía las aportaciones de Tito Rodríguez, Jr., quien le brindó los artículos personales de su padre.
Menciona que el hijo del compositor se conmovió al encontrar entre la memorabilia una fotografía de su progenitor con su madre, la bailarina Severina Lozada, imagen que ni siquiera él posee.
La voz de “Vino tinto” contempla un “concierto de gala” sin caer en la imitación, técnica que recién utilizó con éxito el cantante y comediante Juan Manuel Lebrón en un espectáculo teatro musical también en honor a Tito Rodríguez.
“Vamos a evocar la época y el estilo de cantante de etiqueta”, precisó.
“Nosotros los feos no podemos estar muy estrujaos por la calle”, bromeó. Para ello vestirá piezas inspiradas en las usadas por el fenecido intérprete y director de orquesta.
Gilbertito subirá a la tarima armado de los boleros, guarachas y cha-cha-chá del llamado “Rajá del Mambo” (término que proviene del idioma sánscrito y significa soberano), incluidas algunas de su predilección, tales como “Perdóname la letra” y “Nuestro balance”, que fue la primera que escuchó del artista.
“Aprovecho a Tito para honrar y destacar el trabajo de una generación completa de artistas que se rompieron el (trasero) trabajando”, apuntó el salsero antes de reconocerse “un viejo” en asuntos de música, pero “me gozo lo demás”. Es decir, Shakira y Tego Calderón.
La orquesta de metales al estilo big band y de cuerdas estará dirigida por Luis García. Entre los músicos tocará Jesús Caonedo, quien trabajó en la orquesta de Tito Rodríguez.
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