El álbum incluye los temas “América Latina”, “El sepulturero”, “Los corderitos”, “La tarde”, “Cantare”, “El monte”, “Olvida” y “Loíza es rumba”.
Pese a que la agrupación ha estado distanciada de los medios de comunicación desde hace más de un lustro, su música y su particular sonido se conservan entre los favoritos de los melómanos.
“Panteón de amor”, “El adiós”, “Las costumbres”, “Melancolía”, “Mi guitarra”, “Belleza espiritual”, “Llámame”, “Presentimiento”, “El negrito zambú”, “Tremendo problema”, “Sin caridad” y “Chivato”, entre otros componen la lista de éxitos que han quedado grabados en la memoria musical del país.
“¡Pura salsa!” llega, además, en buen momento para revivir el sonido salsero de esta orquesta que alzó vuelo en la Isla temprano en los años 70, justo al tiempo que hacían nombre en los escenarios nacionales agrupaciones como La Corporación Latina, El Gran Combo y Borincuba, entre otros.
La orquesta Zodiac nace en 1971 como una propuesta de un grupo de amigos del pueblo de Loíza, muchos de los que antes habían pertenecido al grupo Loíza Power.
Con el calor de su pueblo como garantía, lanzan al mercado su primer disco 45 rpm (1971), que incluía las melodías “El adiós”, de la inspiración de Carlos José Cirino (Tatá), y “Las costumbres”, de José Feliciano.
A partir de entonces, la banda, capitaneada por Paquito Pérez –un abnegado maestro de música en varias escuelas públicas loízeñas– comienza a sentar presencia en el país. Su distintivo lo conserva en su sonido de pueblo, con aires de vivacidad que muy pronto logró la identificación con sus escuchas.
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