Mientras Luis Miguel y Myrka Dellanos viven su romance, el amor parece haberse agotado para Thalía y Tommy Mottola, Dayanara Torres y Marc Anthony, Osvaldo Ríos y Geraldine Fernández, y, más recientemente, para Millie Corretjer y Oscar de la Hoya.
Algunos de los rompimientos, se alega, han sido por terceras personas. Curiosamente, estas parejas llevan casados entre dos y cinco años, y sólo dos de los matrimonios han procreado hijos.
Aunque no ha trascendido oficialmente, suena que Thalía y Tommy Mottola vienen confrontando problemas desde principios del 2003. Se dice que desde que el magnate discográfico renunció a la discográfica Sony éste “andaba de un ánimo terrible”.
En el caso de Osvaldo y Geraldine, los rumores comenzaron a cobrar fuerza pasadas varias semanas del veredicto de culpabilidad en el caso de violencia doméstica contra Ríos. Tras el resultado, el actor perdió la protagonización de la novela Mariana de la noche, de la que se habían levantado grandes expectativas.
En cuanto a Marc y Dayanara, los asuntos de la aparente separación están en manos de sus abogados, según datos recientes. En este caso hay dos niños y propiedades que repartir. El Nuevo Día se comunicó ayer con la oficina de Fran Deseo, relacionista público de la famosa pareja, donde ni negaron ni aceptaron los comenta rios: “lo único que podemos decir en este momento es que no tenemos comentarios”, se limitaron a decir.
Mientras, trascendió en el programa Primer Impacto que, supuestamente, el boxeador Oscar de la Hoya fue visto con la artista mexicana Aracely Arámbula en un restaurante de Los Angeles. Normaris Cruz, de la oficina de Angelo Medina, quien tiene a su cargo el manejo personal de Millie, indicó ayer que desconocía sobre el asunto y que no había logrado hablar con la cantante, que esperaba una llamada de la intérprete de Suéltalo para que lo aclarara.
De otra parte, una fuente dijo a El Nuevo Día que la pareja se encuentra en la Isla y que fue vista este fin de semana navegando en su bote por los mares del noreste.
Las consecuencias de un divorcio, en el caso de los artistas, van más allá de los sentimientos que se quiebran. Pueden costar una carrera y millones de dólares en el litigio.
Relaciones que sobreviven
Siempre se ha comentado que los matrimonios entre artistas son difíciles. Esto por la naturaleza inestable del trabajo que realizan, por el efecto nefasto de los egos o por la realidad de que se trata de figuras expuestas al escrutinio público.
Sin embargo, hay matrimonios que han sobrevivido los em bates de la fama, como es el caso de Ednita Nazario y Luis Bonnet, Yolandita Monge y su manejador Topy Mamery, así como Luis Vigoreaux y Dana Miró. Casualmente, para las dos cantantes y para el animador estos han sido sus terceras nupcias, por lo que les podría aplicar aquello de que “a la tercera va la vencida”.
Otros matrimonios que se han destacado por su estabilidad son los de Jerry Rivera y su esposa Sheila, quienes se casaron siendo aún adolescentes, hace 13 años, y aún siguen tan ena morados. Igualmente, Charytín y Elín Ortiz e Iris Chacón y Junno Faría, que lleván más de dos décadas de unión, convirtiéndose en ejemplo de balance armónico entre carrera y vida en pareja.
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