Tommy Olivencia reconoce el son de ´Chamaco´

Tota

A POCOS días del concierto de su cuadragésimo quinto aniversario como director, Tommy Olivencia reconoce que el sonero de soneros de su orquesta La Primerísima ha sido, es y siempre será Ramón Luis “Chamaco” Ramírez.

Según Olivencia, se conocieron en mayo de 1957, cuando a su regreso de Arecibo organizó su primera banda en Santurce.

“Me lo presentó el trompetista Toñito Ríos. Necesitaba a un cantante q ue fuera sonero, que supiera los números de la Sonora Matancera y Panchito Riset. Y él me lo presentó”, recordó Olivencia, quien el sábado en el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón le rendirá tributo póstumo tanto a Chamaco como a Frankie Ruiz.

Si el nombre de Chamaco no es tan conocido hoy, su hijo lo atribuye a lo discreto que Olivencia ha sido al reconocer públicamente la gesta del sonero criado en el residencial Quintana de Río Piedras.

“En los pasados 20 ó 21 años, Olivencia era la persona que debía esforzarse para que nuestro padre fuera reconocido como se reconoce a Frankie Ruiz. Ambos confrontaron problemas con las drogas, pero a Frakie todos lo reconocen, pero al viejo no porque no se le ha dado la importancia que realmente merece”, sostuvo con pesar Ramón Luis “Chamaco” Ramírez Jr, quien aseguró que su padre escribía su apodo “Shamako”.

EN UNA visita al Residencial Quintana pudimos conversar con Chamaco Jr., su hermana Wanda y su viuda Carmen María Rojas. Al abrir el baúl de los recuerdos descubrimos que el sonero de voz nasal, amplio dominio de la clave y aguda imaginación era, además, un poeta y un talentoso dibujante.

SU FAMILIA conserva decenas de canciones y versos escritos en papeles a puño y letra; así como dibujos y caricaturas. Shamako, nacido el 10 de septiembre de 1941, fue apadrinado por el percusionista Francisco Bastar “Kako” y por Charlie Palmieri, productores del proyecto Salsa All Stars, del cual fue cantante estelar. Pero, independientemente de sus problemas con la adicción a las sustancias, lo recuerdan como un hombre noble que siempre deseó lo mejor para sus hijos.

“Eramos niños cuando un día nos sentó y nos habló de los diferentes tipos de drogas y nos explicó cuáles eran los efectos. Fue un buen padre. A pesar de su dependencia, no deseaba eso para nosotros y por eso nos orientaba sobre lo dura que estaba la calle”, dijo Wanda Ramírez.

Los hijos del sonero son personas de provecho para la sociedad. Wanda trabaja en el Departamento de la Familia y Chamaco Jr. en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.

En vísperas del concierto de Tommy Olivencia, también lamentan que los derechos autorales de su padre no sean honrados por las disqueras que han editado sus discos con La Primerísima y como solista. Su obra inédita es cuantiosa y sus composiciones más conocidas son Trucutú, La vecina del lado, El papaso de Kako, Adivínalo y otras.

“Ya estamos comenzando a hacer las gestiones para identificar toda su obra y preparar una declaración de herederos porque nunca hemos recibido un centavo por sus canciones”, dijo Chamaco Jr.

Después de editar el disco Alive & Kicking en 1979, Shamako Ramírez gestionó con Jerry Masucci la liberación de su contrato para firmar con TH Records, compañía que en la década del 80 lanzó como solistas a Andy Montañez, Oscar D´ León y Marvin Santiago.

“Su sueño era un contrato con TH para podernos comprar una casa, pero no pudo ser. Pienso que Fania no le quiso dar el release, pero tampoco lo grababa porque deseaba impulsar a otros de sus artistas”, señaló su hijo.

SHAMAKO RAMÍREZ, intérprete de Los provincianos, Planté banderá, Pa´ lante otra vez, San Agustín y otros éxitos, fue asesinado en el Bronx de un disparo por la espalda la noche del 26 de marzo de 1983.