Culmina con éxito la gira de Olga Tañón en Venezuela

Tota

Caracas – Con gran satisfacción y nostalgia, Olga Tañón cerró su gira por Venezuela el pasado viernes. El Poliedro de Caracas, recinto donde la boricua actuó exactamente hace un año, resultó pequeño para la multitud que acudió al espectáculo “Una nueva mujer”.

De la mano de Industrias del Entretenimiento, realizó quince presentaciones en doce meses una cifra poco frecuente para un artista nacional o internacional.

Ataviada con un llamativo traje hindú, azul turquesa y púrpura, velo incluido, Olga comenzó a las 9:15 p.m. al ritmo de Bandolero. En esta ocasión lució el cabello corto, sin extensiones, lo que provocó elogios.

“Estoy inmensamente feliz. Quiero decirles que estoy aquí únicamente por el público, no es por más nada, por si acaso…”, aclaró en dos ocasiones.

Bailó reggaetón en Cuando tú no estás y dijo que para ella “el monstruo” de este género es Vico C.

El segundo vestuario, destacó su estilizada figura: top negro, pantalones ceñidos, botas y un guante que más tarde lanzó al público.

De su reciente producción, Una nueva mujer, cantó el tema del mismo nombre y Dámelo todo, y de los anteriores Cómo olvidar, Eterno amor secreto, Mentiroso y El frío de tu adiós.

Mientras Olga realizaba su tercer cambio, dos pantallas mostraban un arlequín, que luego bailó junto a la vocalista en el tema Sin ti no puedo vivir.

De un elegante vestido negro, cambió a un brillante traje con capa y sombrero blancos, al mejor estilo de una reina. La coreografía y vestuario de los bailarines estaban a tono con las imágenes de Las Vegas, proyectadas mientras cantaban Basta ya y el sentido homenaje a Celia Cruz con el medley del Yerberito, La vida es un carnaval y Quimbaracumbara.

En un paréntesis, entregó a una fan el traje hindú de su ajuar que había prometido rifar.

Cuando llegó la hora del Tongontingo, puso a bailar a su estilista, a su médico venezolano y hasta a un camarógrafo.

Para celebrar el inicio de la Navidad, obsequió a los presentes Caminan las nubes (del compositor boricua Vicente Carattini).

Expresó que deseaba para Puerto Rico lo mismo que para Venezuela:

“Quiero tranquilidad, ya que muchas veces en nuestros países perdemos la tolerancia. Para Venezuela, que es mi segunda Patria, pido tolerancia y mucho amor”.

“Señores, la vida se respeta. Sé que aquí vienen momentos difíciles que tienen que superar (aludiendo al clima político)… En mi Navidad, Puerto Rico y Venezuela estarán en mi casa”, tomó una bandera de cada país y las colocó en su pecho.

Los espectadores le gritaban “¡que se mude, que se mude!”.

Olga respondió, “ya me compraré algo por aquí…” Con Bogaloo, se despidió agradeciendo todo el cariño que le han profesado.

Al pedido de otra, regresó para anunciar que iniciará en Venezuela la campaña contra la violencia hacia la mujer y los niños, que lleva a cabo en la Isla. Pidió la colaboración de todos en esta lucha y cantó Abre tu corazón.

A las 11:27 p.m., Vete, vete y Muchacho malo, marcaron el final de un espectáculo irrepetible que destacó por su calidad.

Aunque recién acaba de terminar su exitosa tour por ocho ciudades del país, quienes la admiran desean que regrese pronto a estas tierras, en donde la consideran tan venezolana como la arepa.