Su fortuna está valorada en 225 millones de dólares, un buen salto desde que el nombre de esta joven de origen boricua saltó a los titulares como la primera hispana que consiguió un sueldo de un millón de dólares por película.
Se trataba de “Selena”, en 1996, la película que le dio la fama y marcó el principio de su fortuna.
Ocho años más tarde, López, de 35 años, está a punto de estrenar el que puede ser su nuevo éxito, “Shall We Dance?”, comedia romántica musical que protagoniza junto a Richard Gere y que se vislumbra como un nuevo “Pretty Woman”.
La actriz ha cobrado 12 millones de dólares por esta cinta, lo mismo que ocurre con los otros estrenos que tiene preparados para esta temporada.
Entre ellos está “An Unfinished Life”, drama junto a Robert Redford que estrenará en Estados Unidos en diciembre, y “Monster-in-Law”, donde comparte cartel con Jane Fonda.
Aunque el éxito de sus películas parece imparable, pese a algunos baches como el rotundo fracaso de “Gigli” junto a su entonces novio Ben Affleck, su fortuna dista de tener sus cimientos en el cine.
En este campo otras estrellas por debajo de los 40, como Julia Roberts o Cameron Díaz, ingresan salarios superiores por película y deberían de superar en fortuna la de la belleza hispana.
Pero López es algo más que actriz, una corporación con curvas de mujer que expande el alcance de su conglomerado empresarial a todos los ámbitos.
Como actriz ya son 19 las películas en cartera en el momento en que “Shall We Dance?” llegue a los cines el próximo octubre.
Además, está su carrera discográfica, con cuatro álbumes que incluyen el éxito de “This Is Me… Them”, del que ha vendido más de 10 millones de ejemplares.
En ambos campos, su talento se ha extendido al terreno de la producción, también presente con su compañía “Nuyorican” en el área de la televisión.
Y si alguien duda de sus dotes como bailarina, un arte que demostró en los comienzos de su carrera como “Fly Girl” en el programa “In Living Color”, el estreno de “Shall We Dance?” refrescará la memoria perdida con una película en la que interpreta a una profesional del baile de salón.
“Cuando pensamos en Jennifer para esta película sabíamos que era imprescindible contar con una actriz que entendiera en cuerpo y alma lo que es bailar”, ha reconocido el director de “Shall We Dance?”, Peter Chelsom.
Además de este emporio artístico está la carrera de J.Lo en el campo de los cosméticos, donde acaba de sacar la caja de maquillaje “Glow So Pretty”, y también en el de la bisutería.
Su estilo también se ha dejado notar en el mundo de la moda, donde sus diseños incluyen desde pantalones vaqueros hasta ropa interior, todo ellos bañado por sus perfumes, un área en el que su fragancia Glow de J.Lo fue la número uno en el mercado en el 2002.
La riqueza está completa con un marido millonario como Marc Anthony, ídolo de la música hispana en Estados Unidos que ha vendido más de 8 millones de álbumes en todo el mundo y firmó en el 2000 un contrato discográfico valorado en 30 millones de dólares.
Un pozo de fortuna en el que “Shall We Dance?” sólo ayudará a amasar nuevos récords económicos.
“La gente me dice que soy una adicta al trabajo, pero cuando me llegan las oportunidades artísticas no voy a pasar de ellas”, resumió a la prensa esta magnate de los negocios y las artes.
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