Tito ‘El Bambino’ se une con Hector En el Centro de Bellas Artes

Tota

Tito «El Bambino» tuvo todas las de ganar el pasado sábado en su primer concierto en el Centro de Bellas Artes de San Juan. Allí ofreció una elegante velada, tuvo a Tego Calderón entre los espectadores y, sorpresivamente, protagonizó un junte en tarima con su ex compañero Héctor «El Father», con quien no hablaba hacía casi un año, tras su separación.

Era la primera vez que un exponente de reggaetón presentaba un espectáculo en el prestigioso recinto. Así que «El Bambino», con múltiples razones a cuestas, se aseguró de rodearse de un equipo de colegas, escenografía y efectos especiales que lo ayudaran a reinventar la manera de mostrar el género.

Se trató de un evento que puso de relieve cómo al higienizar el controvertido ritmo –en sus inicios repudiado incluso por ciertos sectores del Gobierno– éste ha podido desplazarse de la calle a uno de lo principales escenarios culturales del país.

Precisamente, Tito «El Bambino», separado hace casi un año de Héctor «El Father», fue el reggaetonero escogido para plantar bandera en la sala de festivales «Antonio Paoli» (principal salón del centro, con capacidad para 1.925 personas ) debido a sus letras limpias, imagen refrescante y haberse destacado como portavoz de una campaña contra el uso de drogas.

Humberto Ramírez: carta ganadora

Entre las municiones del rapero para el evento –que contaría con una segunda función ayer, domingo– estuvo la ejecución del maestro Humberto Ramírez al frente de una nutrida banda de 13 músicos, además de él en la trompeta.

Esta innovadora movida de poner en manos del reconocido arreglista, productor y compositor de música tropical una parte del repertorio para su interpretación en directo, tuvo el efecto inmediato de engalanar el show.

Ante una audiencia adolescente y joven, muchos acompañados por sus padres, «El Bambino» se llegó a unir en un momento a Domingo Quiñones en la entonación del tema salsero «Hacha y machete», del legendario Héctor Lavoe.

Además de destacarse nuevamente como uno de los mejores soneros contemporáneos, Domingo Quiñones, quien recientemente volvió a enfrentar problemas con las drogas, constató el cariño incondicional de su gente, que le ovacionó en la velada con intensidad.

El segundo invitado fue Eddie Dee para una explosiva intervención en «Déjala volar».

Bromea a Héctor «El de la Tortation»

Minutos antes de comenzar el recital, de manera sorprendente, Héctor «El Father» apareció acompañado de su manejador Javier «Cholo» Gómez y su asistente Felito, camino a ubicarse como espectador en el área del foso.

Tan pronto se reflejó su figura, los gritos de aclamación se hicieron sentir.

Lo que la joven audiencia no esperaba era que más tarde Tito «El Bambino», en medio de la interpretación del tema cristiano «Levanto mis manos», se bajara de la tarima fundido en un abrazo con su compañero de binomio por diez años. Fue un episodio conmovedor, tras el distanciamiento de ambos, una vez disuelto el dueto en noviembre del año pasado.

Jugando con la expresión de Héctor en torno a «la torta» (en referencia a los chavos) y con su manera de adaptar las palabras en las canciones, «El Bambino» llamó par de veces a su colega como «Tortation» antes del encuentro.

«Párate, Tortation», le dijo en la ejecución del tema «Duelo» para luego aclarar con una sonrisa: «Éste es mi hermano, lo que pasa es que ni hablamos».

«No hemos tenido la oportunidad de compartir desde que nos dejamos», explicó minutos después.

Cuando llegó el momento de «Levanto mis manos», Tito le pidió a Tego Calderón y a Héctor junto a su manejador que se pararan en el área central del foso y así proclamar en nombre de Dios el éxito de ambos en sus respectivas carreras.

Allí, Tito se comprometió a asistir al concierto de «El Father» este viernes en el Coliseo de Puerto Rico y minutos después se inclinó y fundió con él en un abrazo, al punto de bajarse de la tarima en pleno gesto.

Tras la invocación cristiana –elemento que estuvo presente durante todo el recital– era el turno del tema «Ay, amor», que Héctor & Tito interpretaran con Víctor Manuelle. Así que «El Bambino» de forma inesperada tomó la resolución, «Vente, Héctor, vamos a cantarla. Nosotros no somos luchadores…».

Una vez culminaron, la fanaticada pidió otra, a lo que el Dj Raphy Mercenario, ataviado elegantemente con chaqueta y corbata, respondió con la pista de «Felina», la cual Héctor sonriente describió allí como su favorita del binomio.

Tito, quien aclaró ante el público que no volverían a unirse en dueto, comentó posteriormente a PRIMERA HORA que se imaginó que su colega estaría en el concierto, pero que no preparó el evento pensando en eso.

Fue con su colega con quien el reggaetonero tocó hace dos años las puertas del Centro de Bellas Artes, cuando muchos pensaban que la idea sería simplemente un «escocote».

Un recital rico en elementos

Tito «El Bambino», quien al inicio se notaba un poco tenso por los nervios, salió triunfal. Logró hacer un balance entre las piezas interpretadas en directo por la banda (como «Asesina») y las que cantaría con pistas (entre ellas «A que no»).

Contó con un enérgico cuerpo de ocho bailarines, incluyendo a su esposa, Jessica Santiago.

Cumplió el artista su misión de dar la gloria a Dios por haber llegado al prestigioso centro, integró al coro de su iglesia en «Mataron a un inocente» e incluyó en el repertorio temas como solista y de sus tiempos con el binomio.

Metió un poco de cacoteo al recital al pedirle a su gente en varias ocasiones que se levantara a bailar, contó con el efecto de dos chicas trapecistas en «Déjala volar» y se desplazó en medio de una elaborada escenografía con plataformas, efectos de llamas y múltiples pantallas (tres centrales, y cuatro pequeñas en el suelo de la tarima).

«Esta noche no la voy a olvidar porque ustedes me han demostrado cuánto me quieren», fue una de las expresiones de agradecimiento que extendió el intérprete, quien cerró el show con su reciente sencillo en promoción «Me pidieron acción». La canción inició con la entrada a la tarima de un lujoso carro negro, guiado por el propio Tito.