Sin embargo, quién si no su hijo -nacido en Nueva York, pero boricua de corazón- para honrarlo en el recuerdo. El recuerdo de un padre que lo formó en la música y, para colmo, con sólo mirarlo podemos confirmar que, efectivamente, han trascendido en él muchas características de Tito Puente.
El Harlem hispano se tiñó de luto por la muerte de su vecino más ilustre. Los puertorriqueños engalanaban el barrio para celebrar su fiesta anual cuando recibieron la noticia en las emisiones de la mañana: “Acaba de morir Ernesto Anthony Puente Jr.”, mejor conocido como Tito Puente, “Le falló el corazón”; “Tenía 77 años”; leyeron los titulares en el 2000.
En su apartamento de Miami Tito Puente Jr., rodeado de fotos y reconocimientos de su padre, muestra una de sus actuaciones en DVD, acompañado de sus gatos consentidos y de los trofeos que atesora. Tito habla de sus proyectos y de lo que ha sido este tiempo sin su padre.
“Se cumplen cinco años de su muerte este fin de mes y el día 2 de junio yo cumplo mis 34”, comenta Tito Puente Jr., de la ironía de las fechas que lo estrechan cada vez más, como imagen y familia, al recuerdo del que fue su padre y mentor, en la interpretación.
La semejanza de Tito Jr. con su padre, el gran timbalero de origen puertorriqueño, es extraordinaria. El rey ha muerto “Viva el Rey”, cabría decir en esta oportunidad. Su hijo lleva a escena este doble, que trae a la memoria cada gesto, sonrisa, movimiento y expresión en la interpretación de su padre frente al público.
Tito Puente Jr. trae el pasado al presente, en una copia fiel de su progenitor. Aún cuando su calidad interpretativa no alcanza la magistral interpretación de su padre en el timbal, es seguro que con el tiempo lo dominará a la perfección, ya que ahora con sus dos palillos está sacando fuego en la tocada. Junior explota además la semejanza física con su progenitor con mucho orgullo, porque ya está en su personalidad hacer los gestos que admiró desde niño cuando acompañaba al músico.
Sin embargo, la especialidad de Tito Puente Jr. es la combinación de jazz y merengue, que él denomina “Pop Latin Dance”, en la que siempre incluye a la percusión y su gran experiencia como pianista.
En este ritmo de salsa-merengue Tito Puente Jr. trae a escena nuevamente la danza tropical de su padre con una aureola de triunfo desde el más allá.
El CD “Los zapatos de mi padre”, producción musical de hace ya dos años que en inglés fue titulada “In My Father’s Shoes”, cuenta con clásicos de los 50 y los 70, que hicieron famoso a Tito Puente, está hecho como un tributo al desaparecido artista y para las nuevas generaciones de fanáticos.
Estamos elaborando un tour por varios países, con “los hijos de intérpretes”, agrega sonriente. “Mi orquesta tiene tres o cuatro músicos originales. Tú sabes, ya son viejitos y otros ya no están con nosotros”, dice.
Desde tu grabación en 2003, cuando me confesabas que no era posible alcanzar la interpretación del Maestro, ¿crees que has progresado?
“Definitivamente he puesto mi sonido de jazz y hip hop. Recuerda que yo fui un chico de la calle, (mostrando los tatuajes que cubren sus brazos). Yo hacía rap. Yo era un rapero. Creo que sí he madurado musicalmente y es algo en que trabajo día a día”.
¿Quedaron atrás los conflictos de los 33 años?
(Riendo se reclina hacia atrás y piensa). “Sí, creo que sí. Te lo puede asegurar mi publicista Carlos Zambrano, que me conoce hace más de 15 años. Estoy muy calmado ahora. Muy diferente del muchacho del año 93.”
(Pero de lejos Gloria, su pareja de hace un año, dice efusivamente “no” con la mano desde la cocina del departamento.)
Tu padre “El Rey del timbal” y “La Guarachera de Cuba” Celia Cruz fueron amigos y ofrecieron muchos conciertos juntos. Son los “íconos” de la música tropical. ¿Por qué la memoria de tu padre no ha sido más nombrada?
“Yo participo cada año en la parada puertorriqueña de Nueva York, desde hace siete años, un poco porque tras de mí se refleja la imagen de mi padre. Mi padre solamente faltó a una, por problemas de salud. Yo sigo su legado. Ahora este 12 de junio estaré allí nuevamente. Pero, en general cuando la familia lo ha recordado ha sido con sobriedad. Podría ser como tú dices, un problema de mercadeo”.
“Mi papá tocaba para la gente de la calle de Nueva York y Celia para la gente de la calle de Cuba. Olga Tañón, Marc Anthony, India, Oscar de León, Tito Nieves, Carlos Santana, interpretan y recuerdan a mi padre siempre. Tito y Celia son recordados por otros artistas que interpretan sus canciones. Creo que esa es la idea de un músico. Quedar en su comunidad”.
¿En qué país te gustaría tocar, o quizás volver a tocar?
“Me gustaría ir algún día a tocar a Cuba. Ese es mi sueño. Porque mi padre y Celia eran muy amigos. Mi padre me dijo una vez “Tito, tienes que ir de la mano de Celia a Cuba. Tienes que ir con ella”, pero, ambos se fueron antes. Pero yo algún día iré, a cumplir este deseo y recordarlos”.
Ahora que se lleva a las tablas The Mambo Kings, en Nueva York ¿Qué nos puedes decir? ¿Interpretarás a tu padre en la obra?
“La aparición de mi padre en la película fue nada más interpretando, lo que era de él, su timbal. Me parezco a él y toco, creo que soy el único que pueden llamar. Recuerda que él estuvo involucrado muy dentro de la producción musical y fue el que entrenó a Armand a actuar como un músico. Quizás es otro problema de mercadeo. Mi madre habló con el director. Pensamos que el segmento habría sido cortado. Ojalá que no. Para mí sería muy buena idea hacerlo”.
Estás en las películas ahora. Vas a realizar una nueva producción, ¿de qué trata?
“Estoy en un proyecto que comenzaré a fines de julio, cuando vuelva de Europa de un tour de tres semanas en Finlandia, Alemania, entre otros lugares. No haré de “vampiro”, pero te digo que el argumento es de terror y estoy haciendo el “soundtrack” de la película y en conversaciones para hacer algo del sonido de la nueva Miami Vice. Ellos necesitan el “sonido latino”.
Orgulloso dice que cada vez que visita a un país se sorprende de la cantidad de gente que escucha salsa.
Adelanta que visitará Japón en septiembre y ya está en conversaciones con los casinos de Las Vegas y Atlanta para volver a sus escenarios. Bueno, como siempre, sigue Tito Jr. caminando en los zapatos de su padre.
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