Nuevo giro en la investigación por la muerte del padre Javier Eduardo González en Medellín

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Una de las hipótesis que manejaban las autoridades de acuerdo con testimonios de allegados y de la revisión de las cámaras de seguridad del establecimiento, era que había sido asesinado para hurtarle sus pertenencias. Se habló de una sobredosis de escopolamina, sin embargo, en las últimas horas se habrían conocido nuevos detalles del suceso.

El padre llegó el pasado viernes en las horas de la noche a un bar ubicado en el sector de Laureles en Medellín para observar el partido entre Colombia y Paraguay por el Sudamericano sub- 20.

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De acuerdo con las autoridades, González habría llegado al establecimiento en compañía de un sujeto que estuvo con él hasta la madrugada. De acuerdo con el coronel José Miranda, subcomandante de policía de Medellín, el administrador del bar habría comentado que el sujeto con el que llegó el padre se fue primero y luego se percataron que González estaba tendido en la mesa.

Según recopiló el diario El Tiempo, ambos sujetos llegaron al bar, tomaron algunas bebidas y luego el tipo que acompañaba al religioso tomó su reloj, su billetera y su celular para después salir del lugar.

La policía busca a este hombre que aparentemente tendría entre 35 y 40 años, sin embargo, la causa de la muerte del sacerdote no estaría relacionada con una sobredosis de escopolamina, pues según el medio anteriormente citado, el examen toxicológico practicado al padre González salió negativo.

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Por ahora, las autoridades siguen recopilando evidencias para dar con el paradero del acompañante del sacerdote, quien fue despedido por la comunidad del barrio Belén en la parroquia donde oficiaba las eucaristías.