Hoy en Tropicana
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En definitiva, los huecos en las vías son un problema constante e interminable, más que todo en concurridas ciudades como Bogotá, donde no se puede recorrer tranquilamente en carro o moto sin el temor de que en cualquier momento aparezca un hueco que pueda dañar el vehículo.
Así lo expuso Noticias Caracol al acudir a varios lugares de la ciudad donde las reclamaciones de la ciudadanía por estos hechos son más persistentes, pues al ver el problema de cerca, más que simples agujeros en la vía, son pequeños cráteres que sin duda son un peligro para la sociedad, pues pueden ser motivo de accidentes más que todo en las noches.
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El primero esta ubicado en la calle 79B con carrera 5, en el norte de Bogotá, donde existe un hueco en el que cabe una llanta entera de un carro. A pesar de que el agujero tiene cintas de advertencia, la comunidad continúa exigiendo al gobierno distrital una verdadera solución.
Para el segundo podemos dirigirnos al suroccidente de la ciudad, más precisamente en la avenida Gaitán Cortés con calle 48C, donde se los conductores se pueden topar con un inmenso orificio justo frente a la Escuela General Santander.
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Finalmente, el tercer peligroso hueco tendría lugar en el suroriente de la capital, en el barrio Ramajal de San Cristóbal, donde existe una peligrosa ‘loma’ que termina en un muro que la ciudadanía ha denominado como ‘la pared de la muerte’, pues ya más de una vez ha habido graves accidentes allí, por lo que los vecinos de decidieron cerrar el paso mientras los mandatarios les otorgan una solución al respecto.
“La gente no se da cuenta de que el hueco está muy profundo, siendo pequeño, y los carros grandes, especialmente, los alimentadores de Transmilenio cuando frenan, el que vienen de aquí no alcanza a frenar y han pasado accidentes”, expresó un ciudadano al noticiero.
También manifestó que ya llevan tiempo pidiendo al gobierno local y regional dar solvencia a esta problemática, sin embargo, no han sido tenidos muy en cuenta.
“Yo pensaría que esto lleva como un año, pero que el hueco lleve así más profundo, por ahí unos seis meses”, concluyó.
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