Un nuevo crimen contra una menor sacudió al país en las últimas horas. Se trata del presunto feminicidio de la niña de 14 años Michel Dayana González, que fue reportada desaparecida en la noche del 7 de diciembre y que su cadáver fue hallado por las autoridades horas más tarde al interior de un taller automotriz.
De acuerdo con las autoridades de Cali, el presunto responsable es identificado como Harold Andrés Echeverry, un hombre de 32 años que trabaja como vigilante del taller en el que aparentemente agredió y desmembró a la menor.
Las versiones preliminares apuntan a que Echeverry aprovechó que la menor caminaba sola por las calles del barrio San Judas, al sur de Cali, y la agredió brutalmente dentro del taller.
En la mañana del 8 de diciembre, la policía acudió al taller automotriz por una llamada del propietario. Los uniformados hicieron la inspección del lugar y el rastro de sangre de la menor los llevó a unas canecas ubicadas debajo de una escalera. En su interior, encontraron restos del cuerpo de Michel Dayana.
Este sujeto que permanece prófugo de la justicia cuenta con antecedentes penales por acceso carnal. Al conocerse este macabro crimen decenas de ciudadanos se agolparon en la calle 23 con carrera 43 de Cali para exigir justicia por este presunto feminicidio.
Jimmy Dranguet, secretario de Seguridad de Cali, dio a conocer que todas las unidades están movilizadas para lograr la captura de Echeverry. Se ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita su aprehensión.
“Hay varias personas vinculadas al proceso, principalmente los trabajadores del taller donde fue encontrado el cuerpo de la niña. Todo el país se debe movilizar para capturar a este delincuente”: comentó Dranguet.
Devastador relato del papá de Michel Dayana
En una cámara de seguridad quedó registrado el último momento que se vio a Michel Dayana con vida. Caminaba por una calle del barrio San Judas en plena noche de velitas. De acuerdo con el relato de su papá a Noticias Caracol, la menor se dirigía a la tienda para comprar ‘mecato o golosinas’ y luego no volvió a saber de ella hasta que las autoridades la encontraron sin vida.
“Yo le había dejado 2 mil pesos, lo tenía como costumbre, se los dejaba debajo de la puerta. Yo me iba a trabajar muy temprano y yo le dejaba la plata debajo de la puerta para que desayunara y eso, ese día le dejé los 2 mil pesos y creo que ella no los vio. Entonces cuando yo llego en la noche los recojo y los dejo encima de del mesón. Ella dijo: esos 2 mil pesos son míos, regálemelos que vouy a ir a comprar mecato, entonces yo le dije: vaya rápido que nos tenemos que ir. Ella dijo: bueno papi, ya vengo, no me demoro. Esa fue la última vez que vi a mi hija”, dijo el señor Genaro González, padre de la víctima.
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