Cuando una persona fallece y deja escritura, sus herederos pasan a ser poseedores de los bienes materiales que dejó. Cuando una persona no deja testamento por escrito, se debe recurrir a un proceso de sucesión en el que se dividen los bienes en partes iguales entre los herederos, ya sea hijos o cónyuge. ¿Pero qué sucede cuando una persona fallece y tiene deudas con bancos? Pue bien, es importante aclarar que la gran mayoría de créditos o préstamos tienen un seguro de vida que el titular va pagando mes a mes y que es obligatorio, pues si el titular llega a fallecer, dicho préstamo no se transfiere a un familiar, sino que el seguro se hace cargo del saldo.
En el caso de que una persona fallecida haya dejado una herencia con activos y con pasivos, es decir, con deudas, será el heredero o los herederos quienes deciden si la aceptan o no. Dentro de las deudas que se pueden heredar están: préstamos bancarios, hipotecas, deudas con tarjetas de crédito, títulos de crédito que respaldan las deudas y obligaciones tributarias, entre otros.
Básicamente, cuando un heredero recibe una herencia con patrimonio, este se recibe tanto en bienes como las deudas que tenía la persona en vida. Según explica el MinJusticia, “las deudas se asignan a los herederos en la misma proporción que se le asignan los bienes. Es decir, si son 4 herederos, cada uno recibirá el 25% de los bienes y el 25% de las deudas”.
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¿Qué pasa con las deudas de una persona que se declara en insolvencia?
Hay casos que, en una sucesión, las deudas pueden ser de un valor superior al de los bienes que haya dejado la persona, entonces en ese caso el heredero terminará no incrementando su patrimonio sino pagando las deudas del familiar fallecido. Para evitar esto existe la posibilidad de aceptar la herencia con el beneficio de inventario, que consiste en saldar las deudas con los activos del fallecido “hasta la concurrencia de los bienes que se les asignen”.
Además, es importante mencionar que se puede acceder al beneficio de inventario cuando al momento de la sucesión no se cancelen las deudas del difunto, ya sea porque no se conocen o no son exigibles, puesto que antes de la asignación se liquidan las deudas y estas se restan de la “masa herencial”.
Un heredero también puede optar por rechazar una herencia cuando esta puede traerle más pasivos que activos. Según la ley, hay unos herederos forzosos que pueden recibir un patrimonio con activos y pasivos, después de que su familiar fallezca, estos son:
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