Las tentaciones hacia problemáticas sociales como el juego, el alcohol, las sustancias psicoactivas y otras cosas son situaciones que afectan la vida de una persona. Lo que puede comenzar como acciones esporádicas pueden terminar en adicciones peligrosas que terminan en la ruptura de un hogar, el deterioro del cuerpo e incluso la muerte.
Por fortuna, existen testimonios e historias de viva voz de personas que logran salir de episodios de consumo de drogas u otros hechos adversos. Mediante terapias, trabajos de desintoxicación, acompañamiento de seres queridos y hasta la fe es posible resarcir la vida de alguien.
Este es el caso del pastor Diego Salazar, un hombre que pasó por una época oscura de la cual logró salir adelante con la ayuda de Dios. Este personaje es el nuevo invitado de Entre Valientes y en su relato cuenta su historia de vida y las decisiones que lo han forjado como persona y actual pastor de la religión cristiana.
Salazar comentó que durante su vida ha tenido un camino de altas y bajas en el que ha celebrado sus triunfos y ha aprendido de sus derrotas. Reconoce su pasado oscuro como una situación adversa de su vida de la cual logró levantarse y en la actualidad lleva su testimonio a su comunidad y nuevas generaciones. Recuerda que en su hogar hubo problemas entre sus padres y con las ausencias dentro de su casa afrontó situaciones complejas.
“El cigarrillo fue la puerta. Ya en los años 70, ella ya había muerto (su madre) y entre los 12 y los 13 conocí la marihuana. Entre los 13 y los 14 conocí la cocaína, ya después conocí el bazuco o el crack, un procedimiento de revertir la coca y convertirla en cristales de coca y fume de esto. Ahí quedé más atrapado y duré inmerso en ese mundo 23 años“, reveló.
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El actual pastor comentó que la fe en la religión y el amor en Dios que sintió lo llevó a encontrar una nueva oportunidad en su vida. Con un emotivo testimonio relató su proceso de recuperación a nivel físico, comportamental y en su manera ver la vida.
“Aunque yo me quería morir muchos años atrás y jamás arruyé la idea del suicidio yo sabía que Dios iba a hacer algo. Yo sabía, pero no sabía ni cuando ni como lo iba a hacer, pero yo quería que Dios hiciera ese milagro y yo tenía fe. Más de 10 días llevaba sin comer, salgo del Bronx y salir de ahi generaba mucho pánico porque uno andaba con la paranoia”, agregó.
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