Jubilarse es el sueño de miles de personas que durante su edad productiva y años de trabajo anhelan con retirarse y disfrturar de un merecido descanso. Si bien se necesitan al menos 1.300 semanas cotizadas dentro de un fondo de pensión público o privado, existe un caso excepcional en el que una persona puede retirarse con 500 semanas.
Esta alternativa puede convertirse en una realidad si se hace por la vía de la pensión por invalidez. Este es un tipo de pensión que se otorga a aquellas personas que presentan una enfermedad o dificultad física o cognitiva que le impide trabajar.
De esta manera, el sistema pensional concede una prestación económica para que estos usuarios puedan tener una vida digna por los años que les quedan. Este método de jubilación está amparado en la Ley 100 de 1993 y la Ley 797 de 2003, otorgando un ingreso mensual que sirvan como recursos para que sirvan como la manutención del usuario ante la imposibilidad de realizar una labor productiva.
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