En los partidos de fútbol muchas veces ocurren sucesos inesperados, dramáticos, gloriosos, así como también curiosos o insólitos. También están los autogoles que representan jugadas involuntarias o inesperadas en los que un futbolista anota en propia puerta. No obstante, un hecho casi que de película ocurrió recientemente en un torneo aficionado que se disputó en Bucaramanga, Santander.
Se jugaba una fase definitiva del Torneo Intercolonias en el estadio Alfonso López de la ‘ciudad bonita’. Allí se enfrentaban San Vicente de Chucurí y Concia FC. El juego resultó en empate, por lo que se fueron a disparos desde el punto penal.
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En la tanda de penales se habían efectuado siete cobros y Concia FC llevaba la delantera en el marcador 3-2. Ambos equipos habían fallado un penal y el turno era para Chucurí. Al cobro fue un futbolista llamado Jorge.
El cobro de Jorge fue duro y al centro del arco, este golpeó el travesaño y se elevó. El arquero de Concia al ver que el disparo chocó en el larguero se confió y se movió unos pasos hacia el frente del área chica, con la mala fortuna que al descender el balón lo impactó en la cabeza y terminó por ingresar al fondo de la portería.
Como era de esperarse, la juez central otorgó el tanto para San Vicente de Chucurí porque el esférico no había abandonado el terreno. Todo legal. Lo gracioso de la jugada también estuvo en los narradores del encuentro que pasaron de narrar un fallo a uno de los goles más extraños e insólitos vistos en el último tiempo.
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“Se confió el portero, esto va para redes. Es el gol de la jornada, prácticamente”, decían los comentaristas. Hasta el periodista argentino Juan Pablo Varsky se encargó de viralizar este gol en su cuenta de Twitter.
