Uninsólito casose presentó en El Paso, Texas, Estados Unidos, pues una mujer identificada como Phoebe Copas de 48 años fue acusada de asesinato al dispararlea un conductor de Uberpues pensó que sería secuestrada. Daniel Piedra García, de 52 años, transportaba a la mujer a la ciudad fronteriza cuando fue asesinado.
Según el medio estadounidense ABC, la mujer tomó el servicio para encontrarse con su novio en dicha ciudad, sin embargo, accionó su arma de fuego al creer que estaba siendo tomada como rehéncuando pasaron una señal de Juárez, México. “El automóvil chocó con una barrera en la carretera antes de detenerse en la Ruta 54 de Estados Unidos”, registró The New York Times.
Copas les explicó a las autoridades que se alertó al ver la señal de la ciudad fronteriza y desenfundó su arma. Sin embargo, la Policía no encontró indiciosde que se tratara de un secuestro como afirmó la mujer.
“No se encontraba cerca de un puente, puerto de entrada u otro lugar”, sostuvo un detective del Departamento de Policía de El Paso en una declaración juramentada.
El medio NBC News indicó que, si bien Copas fue señalada de agresión agravada, el caso fue determinado como homicidio tras la muerte del conductor.
La mujer no llamó a las autoridades luego de que dispararle al conductor y tampoco solicitó ayuda inmediata luego de abrir fuego. Por el contrario, le tomó una fotografía al cuerpo de Piedra y se la envió por mensaje de texto a su novio, fue en ese momento en que llamó por ayuda.
Tras lo sucedido, la plataforma Uber indicó que cooperaría con la investigación en el caso de que los agentes lo solicitaran. “Estamos horrorizados por la acción de la usuaria”, indicaron en un comunicado en el que además señalaron que se habían puesto en contacto con la familia del fallecido.
Ana Piedras, esposa del conductor, creó una página de recolección de fondos GoFundMe para costear los gastos del hospital y del funeral. Piedra falleció luego de ser desconectado de soporte vital, pues los especialistas no le dieron un pronóstico favorable a su familia.
“29 años de casados y siempre se preocupaba por nosotros, nos proveía”, dijo la esposa del fallecido al medio NBC News entre lágrimas. Asimismo, su sobrina Didi López, afirmó que su tío no era un criminal.
“Es fácil asumir cosas e inventar escenarios, pero eso no es lo que él mes. Era un hombre trabajador”, puntualizó López.
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