El médico anestesiólogo Giovanni Quintella Bezerra fue detenido por el delito de abuso sexual. Según dijeron las autoridades, el hombre es acusado de violar a una mujer embarazada durante una cesárea.
Este caso conmocionó a toda la comunidad ya que fueron los compañeros del anestesiólogo los que presentaron las pruebas. Las enfermeras del equipo de profesionales habían notado algunos comportamientos extraños en el hombre y empezaron a sospechar.
Por eso, durante una cesárea lograron grabar cómo sucedió el abuso del hombrey lo presentaron a las autoridades. En el video, se puede ver al hombre abusando de la mujer en medio del parto.
El video fue entregado a la Comisaría de Atención a la Mujer (Deam) del municipio São João de Meriti. Según se informó, las enfermeras y en general el personal estaba sospechando por la actitud que tenía el anestesista, por eso, lo empezaron a grabar durante los procedimientos.
Hasta el pasado domingo lograron captarlo mientas abusaba a una mujer y esas fueron las pruebas que le entregaron a las autoridades. Además, el detonante para que terminaran las sospechas fue la cantidad de anestesia que le colocó a la mujer.
En el video se puede ver que la mujer está tumbada en la camilla e inconsciente. En el lado izquierdo de la pantalla, el equipo médico inicia la cesárea y al lado derecho con una distancia prudente de sus compañeros y con una sábana de por medio, el hombre está abusando de la mujer.
Además, se ve que mientras hace el abuso, se mueve en varias ocasiones, esto con el objetivo de no levantar sospechas.
Los compañeros que sirvieron como testigos dijeron que las mujeres que daban a luz, en algunas ocasiones no podían sostener a sus bebés por la cantidad de anestesia que se les colocaba.
Según contaron, el hombre siempre se ubicaba entre el cuello y la cabeza del paciente.
“Giovanni, todavía posicionado en dirección al cuello y la cabeza del paciente, inició, con su brazo izquierdo doblado, lentos movimientos hacia delante y hacia atrás. Por el movimiento y la curvatura del brazo, parecía que sostenía la cabeza de la paciente hacia su región pélvica”, dijo un testigo.
Además, los profesionales de la salud no pudieron grabar hasta la tercera operación que realizaron ese día. Pues en las anteriores salas de parto no había la facilidad de ocultar el teléfono.
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