
Aunque hay motociclistas organizados que cumplen con buenas prácticas de manejo y mantienen en orden sus automotores, hay otros que son irresponsables. El asiento, más conocido como sillín, es importante para la comodidad y la seguridad de quien maneja y su pasajero.
En Colombia, la ley tiene contemplado que estos vehículos como carros, camionetas, buses, entre otros, tienen que estar en buen estado para circular. Esto incluye aspectos mecánicos, técnicos, entre otros factores que deben ser tomados con atención.
En el artículo 28 de la ley 769 de 2002 se expresa las aspectos técnico – mecánicos que hay que tener en orden para que un vehículo circule en el país. Esto involucra tanto sistema de gases, suspensión, entre otros, como la condición de la silla.
“Para que un vehículo pueda transitar por el territorio nacional, debe garantizar como mínimo el perfecto funcionamiento de frenos, del sistema de dirección, del sistema de suspensión, del sistema de señales visuales y audibles permitidas y del sistema de escape de gases; y demostrar un estado adecuado de llantas, del conjunto de vidrios de seguridad y de los espejos y cumplir con las normas de emisión de gases que establezcan las autoridades ambientales”, indica la norma.
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Esto quiere decir que si el sillín de una moto está roto, tiene deformaciones, anclajes o algún otro imperfecto, se considera una falta grave. El infractor deberá pagar una multa equivalente a 15 salarios mínimos diarios legales vigentes (SMDLV), que en 2025 representa un valor de $711.750 pesos colombianos.
Se recomienda a los motociclistas tener en buen estado sus vehículos y cumplir con revisiones periódicas, mantenimientos y detalles extras. Asimismo, se aconseja tener una cultura ejemplar de manejo para evitar accidentes y siniestros en las vías.