“Vendí mi casa, mi carro y quedé en nada”: colombiano deportado desde los EE.UU.

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Cientos de colombianos han sido deportados desde los Estados Unidos luego de la implementación del ‘Título 8’, normativa para regular la inmigración a este país. El Departamento de Seguridad Naciona le del gigante norteamericano explicó que esta normativa sucede al título 42, que se implementó durante más de un año.

De acuerdo con CNN, el Título 8 faculta a las autoridades migratorias expulsar a aquellos migrantes que ingresen a los Estados Unidos de manera irregular y sin haber solicitado un asilo previo.

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“Una persona que es expulsada está sujeta a una prohibición de admisión a Estados Unidos de al menos cinco años y puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente. Las personas con órdenes finales de remoción serán removidas”, detalla el Título 8, según citó el medio anteriormente mencionado.

Por otra parte, los colombianos que llegaron al país denunciaron diversas situaciones que supondrían maltrato por parte de las autoridades norteamericanas. Familias que cruzaron la frontera de forma irregular aseguraron que los agentes que los retuvieron trataron a los menores igual que a los adultos, además de dejarlos en condiciones aparentemente inhóspitas.

Uno de los colombianos deportados contó su experiencia a Caracol Radio desde el aeropuerto El Dorado y confesó que en este momento, tras frustrarse su intento de ‘sueño americano’, ahora está viviendo en la incertidumbre.

“Nos tenían paseando de Texas a Utah porque no sabían qué hacer con nosotros (…) A nosotros no nos dejaban dormir, cada hora llegaban a pasar listados, nombre de cada uno, no nos bañaban, no nos daban útiles de aseo. Fue una vivencia de 15 días, horrible. Preso. Estábamos presos”, contó Raúl a Caracol Radio.

De igual manera, el ciudadano recalcó que asumió el entrar ilegalmente a este país en búsqueda de oportunidades que no encontró en Colombia. Además, Raúl contó que algunos de sus familiares sí pudieron entrar y quedarse en el país, pero infortunadamente a él le tocó el proceso de deportación.

“Es horrible, no se lo deseo a nadie (…) Aquí yo vendí mi casa, vendí mi carro, vendí todo para irme y ahora quedé en nada”, agregó.

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Finalmente, el ciudadano relató que para entrar a este país contactó a los denominados ‘Coyotes’, que le cobraron particularmente a Raúl 7.500 dólares para entrarlo de manera irregular a los Estados Unidos.