El merengue moderno es revitalizado por ritmos folclóricos

Tota

MIAMI – En un momento en que el merengue comercial se ha vuelto cada vez más monótono, hay un nuevo grupo de merengueros de Estados Unidos, en su mayoría de raíces dominicanas pero criados en las calles de Nueva York, que le está infundiendo energía al género integrando elementos de su viejo país.

El merengue callejero debe su existencia tanto al valle de Cibao, que se encuentra en el corazón de República Dominicana, como a la ciudad de Nueva York. A principios de los años 90 surgieron numerosos éxitos del distrito Washington Heights de esta ciudad, donde se originaron varios grupos de raíces dominicanas, como Proyecto Uno, Ilegales y Sandy y Papo, que mezclaron el merengue moderno con la música house urbana y crearon un subgénero llamado merenhouse.

Durante los últimos años de la década de los 90 dominaron grupos de merengue-bomba como Grupomanía y Elvis Crespo, cuyos ritmos se inspiraron en el clásico conjunto dominicano Los Hermanos «Bomba» Rosario. El impresionante éxito de Grupomanía y Crespo dio origen a una ola de grupos similares que llegaron a saturar el mercado.

Sin embargo, desde 1998, hay un grupo pequeño (pero que está creciendo) de bandas de merengue que están figurando en los charts con temas que incorporan ritmos de los géneros folclóricos dominicanos, los mezclan con ritmos merenhouse y complican la nomenclatura musical con términos como merenhouse-ripiao y bachatarengue.
Dentro de estas formas de música dominicana se destaca el perico ripiao, una música con base de acordeón que se originó en las alegres fiestas dominicanas donde se sirve esa comida. Otros grupos han optado por la bachata, que alguna vez fue la música de los cabarets dominicanos, y presenta un punteo de guitarra al estilo country/western. Cabe destacar que la bachata se consideraba tabú hasta que Juan Luis Guerra la legitimó con su animado tema de amor «Bachata Rosa». Desde entonces ha evolucionado para convertirse en una música bailable que hace delirar, y compite con el merengue en cuanto a su popularidad.

El primer grupo que figuró en los charts con su sonido inspirado en las raíces fue Fulanito, un quinteto de raperos latinos cuyo líder es Rafael Vargas, ex-integrante de 2 In A Room. Vargas toca junto a Arsenio de la Rosa, un acordeonista de 60 años oriundo de Cibao. Comenzó a hacerse conocer con 2 In A Room con el hit dance de principios de los 90 «Wiggle It», y pasó los primeros años de esa década recorriendo el mundo con 2 In A Room y su segundo proyecto, 740 Boyz.

Vargas comenzó su incursión en el merengue ripiao cuando se encontraba de vacaciones en la casa de de la Rosa, cuyo hijo, Winston, también es integrante de la banda. «En las vacaciones, Arsenio y sus hermanos tocaban el acordeón y la tambora» (un tambor doble del tamaño de un pequeño barril, típico del merengue), recordó Vargas. «Yo me sentaba a escucharlos y hacía lo que hago siempre, creaba rimas en mi mente. Otra cosa que advertí sobre el perico ripiao fue cómo entusiasmaba a la gente cuando íbamos a alguna fiesta. Pensé que sería un giro interesante».

El simple de Fulanito de 1998, «Guallando», fue un éxito instantáneo en las radios de música tropical de Nueva York y Santo Domingo, y continúa gozando de amplia difusión en los clubes latinos de todo el mundo. «Cuando lo pasaban por la radio, comenzaban a sonar todos los teléfonos de la emisora», dijo Vargas, refiriéndose a la reacción inicial frente al simple. «Creó una especie de locura durante todo un mes. Los DJs lo pasaban dos o hasta tres veces seguidas. La gente no se cansaba nunca».

El sonido innovador de Fulanito abrió el mercado en 1999 para otros dos grupos dominicanos renovadores: Sancocho (otro grupo de Cutting Records) y 9.11 (Prestigio Recordings). Ambos figuraron en los charts con simples de ritmo bachata: Sancocho con «Se parece a ti» y 9.11 con «Qué lo que ta pasando?».

Los fundadores de 9.11 (los hermanos Leo y Gari Reyes), de la provincia rural de Azua, eligieron el nombre 9.11 porque, como explica su sello discográfico, «fueron testigos del triste estado del negocio discográfico y declararon un estado de emergencia musical para volver a los buenos tiempos».
Edwin Cintron, director promocional de Prestigio, afirmó que «Qué lo que ta pasando?» fue un éxito inesperado en las radios de música tropical de Puerto Rico «porque la gente estaba cansada del viejo merengue-bomba de siempre». Cintron agregó que 9.11 «mezcló bachata y otros ritmos con merengue y utilizó letras inteligentes en lugar del habitual Ay Mami, qué buena estás».